Guía para mover un paciente de una cama articulada a una silla de ruedas

La seguridad de los pacientes y enfermos es a menudo la principal preocupación de los encargados, sobre todo cuando se trata de moverlos de la cama articulada hacia la silla de ruedas.

Este movimiento de la persona debe hacerse delicadamente, y para que no haya ningún problema aquí compartimos unas cuantas recomendaciones…

Lo primero que hay que recordar es que no se debe levantar al paciente o enfermo sobre la espalda. Por lo general, este movimiento suele requerir la ayuda de los pacientes, por lo que una comunicación clara es esencial. Si el enfermo no puede ayudar mucho, entonces será necesario recibir el apoyo de una tercera persona.

A continuación, es necesario sentar al paciente en la cama articulada hacía donde hay que traer la silla de ruedas, la cual debe ser bloqueada frente a la persona sentada. Generalmente las camas articuladas están configuradas con apoyabrazos, por lo que habrá que retirarlos para poder sentar al paciente en un lugar de la cama en el que sea fácil de manipular. Para esto será necesario ayudar al enfermo a voltearse, por tanto hay que poner un brazo bajo el cuello del paciente con la mano apoyando el omóplato; mientras tanto se pone la otra mano debajo de las rodillas. Acto seguido, se deben girar las piernas del paciente por el borde de la cama, lo que hará que la persona se pueda sentar fácilmente en el lugar escogido.

Ahora el paso a seguir es poner de pie o ayudar al paciente a levantarse erguido. De esta manera, se debe empezar por poner los brazos alrededor del pecho del paciente y juntar las manos detrás de su espalda. También se puede utilizar una correa de transferencia para proporcionar una sujeción estable. Mientras se hace ayuda al enfermo a levantarse, tratar de guiarlo a la silla de ruedas llevando lentamente los pies de la persona hacia la silla, en donde previamente se deben haber recogido los apoya-pies para que el usuario pueda sentarse sin esfuerzo.

Al empezar a llevar a los pacientes a sus sillas de ruedas es preciso sostenerlos de pie muy fuertemente, en este paso pueden suceder accidentes si no se manipula a la persona con seguridad. En consecuencia, a medida que se empieza a descargar al paciente en la silla debe haber un agarre mutuo, mientras el paciente se sostiene de su cuidador, el cuidador debe estrechar sus manos alrededor del paciente e irlo bajando lentamente hacia la silla.

Por último, a medida que el paciente se inclina hacia el cuidador, esta persona debe doblar las rodillas y bajar al paciente en la parte posterior de la silla de ruedas. Si se tiene la posibilidad de contar con un ayudante, él puede posicionar ayudar al paciente a acomodarse mejor en la silla mientras la sostiene al ser bajado. Si no se tiene un ayudante hay que estar totalmente seguros de asegurar las ruedas de las sillas, no sea que esta se vaya para atrás en el momento de bajar al paciente.

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